Ser Adorador
“Dios es Espíritu; y es necesario que los que lo adoran, lo adoren en espíritu y verdad”. Juan 4:24
CONDICIONES PARA SER UN ADORADOR
El acto de la adoración supone unas actitudes que expresan las virtudes que deben acompañarla. Supone un sentimiento de humildad, reconociendo la infinita grandeza del Creador y nuestra miseria. Sentido de contrición, propala la infinidad del pecado como ofensa de Dios, y no se puede amar de veras sin sentir pena de haber ofendido al amado. Es el fruto de la caridad que produce el dolor de la ofensa, con el firme propósito de no repetirlas. En la contrición el dolor sobrenatural atrae el favor divino y la rehabilitación, que es su consecuencia. El vehemente deseo de corregirse de las acciones malas, es uno de los más preciosos frutos del amor. Y un acto de generosidad sin límites, al ofrecer uno de los dones más preciosos que posee el hombre, su tiempo, para ser su custodio durante unos momentos eternos, permitiendo que su gracia llegue a todos.
Si quieres formar parte, ser un adorador, estar presente ante el altísimo, y ofrecer parte de tu tiempo al mundo, rellena el siguiente formulario o ponte en contacto con nosotros.
ADORACIÓN
10 CONSEJOS PARA VIVIR LA ADORACIÓN
- 1. Has entrado en esta capilla donde te encuentras con Jesús en Su Presencia eucarística … Entra ahora en tu corazón, en la parte mas íntima de tu ser …
- 2. Guarda silencio dentro de ti mismo. Silencia todas las voces dentro de ti. No corras tras pensamientos innecesarios. Tus problemas, tus preocupaciones, tus ansiedades, no las guardes para ti, sino ofrécelas a Jesús. Durante este tiempo de adoración, cuida de Él y Él te cuidará mucho mejor de lo que podrías hacerlo tu mismo. Pide una gracia de entrega y confianza.
- 3. Pon tu mirada en Jesús … Empieza a hablar con tu corazón, comienza a amar a Aquel que nos amó primero.
- 4. Evita decir oraciones solo con los labios sin detenerte en las palabras que dices. Elige un versículo de Salmo, una frase del evangelio, una pequeña oración, y repítela con el corazón, suave y continuamente hasta que se convierta en tu oración, tu clamor, tu súplica.
- 5. No pierdas todo este tiempo quejándote o simplemente preguntando … acción de gracias, en gratitud. En lugar de considerar lo que te falta, da gracias por lo que eres, por lo que tienes. Da gracias por lo que será para ti dado mañana …
- 6. Puedes dejarte llevar por la fatiga o la distracción … Coraje, apenas te des cuenta, comienza de nuevo la oración del corazón, suavemente. Pide la ayuda del Espíritu Santo para que te ayude en tu debilidad y se convierta cada vez más en tu amo interior.
- 7. Jesús quiere estar en el centro de tu existencia. Mirándolo, aprende, poco a poco, a para pasar del “yo” al “tu”, de la voluntad de realizar tus proyectos al deseo y la recepción de Su voluntad en ti.
- 8. Está solemnemente expuesto … Acoge con beneplácito la luz que emana de Su Presencia. Así como el sol calienta y derrite la nieve, si te expones a Él, Él puede iluminar la oscuridad que envuelve tu corazón hasta que se disipe completamente.
- 9. Jesús se esconde bajo la simple y pobre apariencia del pan … Viene a ti pobre para que aprendas a acoger, en verdad, tu pobreza y las de tu hermanos.
- 10. Estás en silencio, permanece en silencio …
María, Estrella de la mañana y Puerta del Cielo, está contigo. Ella te muestra el Camino. Es Ella quien te hará comprender, en el silencio, que al mirar a Jesús, descubrirás la Presencia de la Trinidad dentro de ti. Y puedes experimentar en tu vida la Palabra del Salmo 34
SALMO 34
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. El afligido invocó al Señor, él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. El ángel del Señor acampa en torno a quienes lo temen y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él. ) Todos sus santos, temed al Señor, porque nada les falta a los que lo temen; los ricos empobrecen y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen de nada. Venid, hijos, escuchadme: os instruiré en el temor del Señor. ¿Hay alguien que ame la vida y desee días de prosperidad? Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad; apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella.
Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor; él cuida de todos sus huesos, y ni uno solo se quebrará. La maldad da muerte al malvado, los que odian al justo serán castigados. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él.
Audio del Salmo 34